El Gobierno vuelve a anunciar un servicio militar que ya existe hace 30 años.

Por tercera vez en menos de seis años, el Gobierno nacional anunció el relanzamiento del Servicio Militar Voluntario (SMV). Esta vez, la noticia llegó desde la habitual conferencia del vocero presidencial, Manuel Adorni, quien presentó el plan como una novedad destinada a jóvenes de entre 18 y 28 años que “deseen servir a la Nación”.

Vocero Presidencial Manuel Adorni.

Pero el SMV no es nuevo: está vigente desde 1995 tras la reglamentación de la Ley 24.429, que reemplazó al antiguo servicio militar obligatorio eliminado luego del crimen del conscripto Omar Carrasco. Además, el mismo programa ya había sido relanzado en 2019 y 2024 por la actual ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, sin resultados concretos ni continuidad sostenida.

El anuncio reciclado

Adorni explicó que el SMV “funcionará como un programa de capacitación educativa y laboral para que los soldados voluntarios completen sus estudios y aprendan oficios como cocina, mecánica o vigilancia”. También hizo énfasis en los valores que, según el Gobierno, caracterizan a las Fuerzas Armadas: “esfuerzo, disciplina y amor por la Nación”.

Sin embargo, el trasfondo político es otro: el relanzamiento llega en un contexto de profundo ajuste al sistema educativo, con recortes presupuestarios a todos los niveles y salarios docentes congelados. Mientras desmantela la educación pública, la gestión libertaria busca ofrecer formación dentro de los cuarteles.

De la escuela al cuartel

La idea de trasladar la función educativa a las fuerzas militares no es nueva. En 2019, durante el gobierno de Mauricio Macri, Bullrich creó el Servicio Cívico Voluntario, con objetivos similares: formar a jóvenes sin empleo ni estudios, con prácticas en Gendarmería Nacional. En 2024, ya como ministra del actual gobierno, volvió a anunciar un plan similar bajo el paraguas del Ministerio de Capital Humano, con las mismas promesas de “disciplina, respeto y valores”.

Ambos programas se anunciaron con pompa y quedaron en la nada. Hoy, con un país en crisis económica y social, el Gobierno intenta reflotar la idea, esta vez con el apoyo del Ministerio de Defensa, como si se tratara de una iniciativa inédita.

¿Formación real o cortina de humo?

El nuevo “relanzamiento” del SMV repite fórmulas y discursos ya conocidos, sin resolver los problemas estructurales que atraviesan a la juventud argentina: falta de acceso a una educación de calidad, precarización laboral, y exclusión social.

El Gobierno intenta presentar como novedad lo que ya existe, como innovación lo que fracasó, y como formación lo que apenas disfraza el ajuste.