Histórica caída del consumo frutihortícola: la cooperativa chaqueña alerta por niveles inéditos en todo el país.

La Cooperativa Frutihortícola de Resistencia encendió una señal de alarma: el sector atraviesa una de las bajas de consumo más profundas de los últimos años, con retrocesos que alcanzan entre el 30% y 40%, y que incluso llegan al 50% en algunos mercados del país. Así lo confirmó el presidente de la entidad, Américo Barúa, quien describió un escenario “inédito” incluso para un rubro acostumbrado a atravesar crisis cíclicas.

“Hay una caída bastante importante en la venta, más aún en esta época, donde por lógica la fruta y la verdura deberían tener mayor demanda”, explicó en declaraciones radiales. Y remarcó que la problemática no se limita al Chaco: “Es una caída general a nivel nacional. Todos los mercados colegas estamos viendo lo mismo”.

Precios y abastecimiento: qué productos están más afectados

La baja en el consumo convive con episodios de escasez puntuales que presionan sobre los precios. Uno de los casos más notorios es la banana, cuyo abastecimiento presenta dificultades y genera incrementos significativos.

A nivel estacional, frutas como la pera y la manzana mantienen valores altos, aunque se espera que la situación se normalice en las próximas semanas cuando se intensifique el abastecimiento desde provincias productoras como Mendoza y San Juan.

No obstante, Barúa aclaró que varios productos mantienen precios estables:

• Tomate: sin subas relevantes

• Lechuga: precios accesibles

• Papa: bolsa a $6.500

• Cebolla: entre $7.000 y $9.000Además, frutas regionales como sandía y melón continúan con valores competitivos.

“Los precios no están en la locura de otros sectores. No comparemos con las carnes, que suben 40% y después no bajan. En nuestro caso, cuando se normaliza el abastecimiento, se normalizan los valores”, sostuvo.

Clima adverso y recuperación rápida

El sector viene de atravesar fuertes impactos climáticos: sequías, lluvias intensas y heladas recientes que afectaron a gran parte de la producción. Sin embargo, Barúa destacó que la actividad tiene una particularidad a favor: “Nuestra producción es rápidamente recuperable; en dos o tres meses volvemos a abastecer el mercado”.

Un eslabón clave para el abastecimiento del Chaco

La Cooperativa Frutihortícola —que abastece al 95% de las fruterías, almacenes y supermercados de la provincia— reúne a 200 asociados y sostiene a unas 400 familias. Barúa subrayó el rol social del espacio:“Somos una empresa que nunca cerró sus puertas: ni en las peores crisis ni en la pandemia. Y tampoco nos fuimos del país”, remarcó.

Cambios de hábitos: menos poder adquisitivo, compras mínimas

El titular de la cooperativa confirmó un fenómeno que se repite en todo el país:“Antes te compraban un kilo de tomate; hoy te piden una unidad. No hay menos gente: hay menos consumo”.

El impacto se siente principalmente en los hogares, donde la pérdida de poder adquisitivo obliga a fraccionar al extremo las compras diarias.

Expectativas para fin de año

De cara a las fiestas, ya comenzó el ingreso de frutas de estación como el mango de Brasil y Paraguay. Pero el panorama es incierto:“Ojalá no haya un corrimiento innecesario de precios. A nadie le conviene que la mercadería suba tanto que no se venda”, advirtió.

El conflicto con el predio del mercado continúa

Barúa también se refirió al conflicto judicial con el municipio por el predio donde funciona el mercado.“Sigue en la Justicia. Estamos decididos a dar esta pelea. No podemos perder un esfuerzo de 50 años”, aseguró.

La cooperativa sostiene que cuenta con un decreto que cedió las tierras originalmente, pero la administración del predio pasó en su momento al municipio, lo que derivó en la disputa actual. Actualmente, avanzan con un juicio para la adquisición definitiva del terreno.

Un cierre marcado por incertidumbre

El sector frutihortícola chaqueño, históricamente resiliente, enfrenta hoy un escenario donde la caída del consumo golpea incluso más fuerte que las crisis climáticas. Y aunque la producción puede recuperarse rápidamente, la duda está puesta en el bolsillo del consumidor: ¿cuánto podrá comprar en los próximos meses?